Una batería o acumulador de automóvil no es más que un conjunto de pilas húmedas que se encuentran sumergidas en un líquido electrolítico o ácido sulfúrico.
Cada una de estas pilas antes mencionadas es una celda acumuladora conformada por placas hechas de plomo y que comúnmente generan un voltaje de 2,12 voltios por unidad, es por ello, que mientras más placas tenga un acumulador, mayor será su capacidad generadora de voltaje.
Las celdas dentro del acumulador se encuentran conectadas en serie, de forma que al hacer reacción con el líquido electrolítico generan una carga eléctrica utilizada por el automóvil para echar a andar el motor y alimentar sus dispositivos eléctricos y electrónicos.
Con el tiempo, la reacción química entre el plomo de las placas y el ácido sulfúrico en el que éstas se encuentran sumergidas comienza a generar un residuo que se va sedimentando dentro del acumulador poco a poco.
Al alcanzar este sedimento el nivel de las placas de plomo, éste residuo se convierte en un elemento conductor que conecta a las placas entre sí poniéndolas en corto circuito parcial, por lo que se va desgastando la electricidad del acumulador aunque éste no se encuentre en uso.
De la misma forma, el líquido electrolítico cada vez se satura más y más de sedimento, ocasionando con el tiempo la pérdida de sus propiedades que le permiten hacer reacción con el plomo y con ello, generar la carga eléctrica necesaria para hacer uso del automóvil.
Una vez que tu auto comienza a tener problemas para arrancar, podría ser que se trate del agotamiento de la batería o acumulador. Te invitamos a conocer la lista de fallas que podrían estar relacionadas con el agotamiento de la batería.